sábado, 23 de noviembre de 2013

Vesti la Giubba



- Vamos, es la hora, te toca salir.

- No.

- No, ¿qué?

- Que no voy a salir.

- ¿Cómo que no vas a salir? Claro que vas a salir. Ahí fuera hay gente que ha pagado por verte. Para que les hagas reír.

- Ya, otra vez será.

- Pero, ¿qué me estás contando?

- Lo que oyes, hoy no salgo.

- Los cojones no vas a salir. Ahora mismo te vas a poner el puto disfraz y el maquillaje y vas a salir a alegrarles el día a esa gente. Son ellos los que han hecho de ti lo que eres, lo sabes, ¿no?

- No, no creo que ellos hayan hecho nada por mí. Da cualquier excusa, tengo derecho a estar enfermo también, como cualquier mortal. Diles que estoy de baja por depresión.

- ¿Baja por depresión? Si querías tener ese tipo de cosas no haberte hecho payaso. Baja por depresión, ¿qué mierda es esa?

- Algo que le pasa a mucha gente.

- Sí, y vienen aquí, a verte a ti, para que les hagas olvidar su vida, sus problemas.

- Que bien. ¿Y qué pasa con mi vida y mis problemas? ¿Son menos importantes?

- Eso digo yo, ¿qué pasa con tu vida?

- Nada, ese es el problema, que no pasa nada. Desde que ella ya no está no pasa nada en absoluto.

- Genial, pues si no pasa nada, te vistes y sales a hacer reír a esa gente.

- ¿Pero es que no lo entiendes? No puedo hacerles reír.

- Memeces, eres el mejor, la gente te adora.

- La gente no sabe una mierda. No puedo hacerles reír. ¿Cómo voy a hacerles reír si yo estoy llorando por dentro? ¿Cómo voy a alegrarles la vida si yo ya no tengo una? ¿Cómo, si cada día que pasa para mí es una penitencia? Me siento como un barco perdido en medio de una tormenta. Cada segundo me golpea como una ola al casco y no se cuánto aguantará antes de que acabe por partirse en dos y hundirse. No tengo rumbo, no tengo esperanza, no tengo una mierda. ¿Cómo les voy a hacer reír?

- ¿Y todo eso por ella? Era sólo una mujer, ya habrá más.

- Sólo una mujer... También decían del Diluvio Universal que era sólo un chaparrón y mira el daño que provocó.

- No puedes hacerme esto. Tienes que actuar.

- ¿Hacerte yo? Yo lo único que te he hecho es conseguir que tu cuenta corriente engorde cada día un poco más. ¿Aún me tengo que sentir culpable? ¿Aún te debo algo?

- Es el estreno. Está todo el aforo vendido. Actúa hoy, y mañana ya pensaremos en algo.

- Esta bien. Lo haré una vez más, por ti, pero es la última.

- Genial, gracias.

- No me las des.


PAYASO SE SUICIDA LA NOCHE DEL ESTRENO

Lo que en un principio parecía un comienzo espectacular en la nueva función del afamado payaso, que provocó una oleada de aplausos y una sonora carcajada del aforo, acabó en tragedia. Según testigos presenciales, el payaso, salió a escena, sacó un revólver, se apuntó a la sien y, tras decir: “El espectáculo debe continuar, pero sin mi...”, apretó el gatillo y se suicidó. Nada pudieron hacer las asistencias médicas cuando llegaron al lugar de los hechos...






Inspirado gracias a la fabulosa aria de la ópera Pagliacci de Leoncavallo: Vesti a Giubba

5 comentarios:

  1. Siempre tuve la sensación que detrás de una gran sonrisa pintada, esconden una enorme tristeza.
    Un gusto leerte Ramón.
    Un beso.

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    1. Muchas gracias. Yo, a veces me he sentido un poco payaso (escribía en un blog de humor), y la verdad muchas veces costaba tratar de hacer que los demás rieran cuando tu morías por dentro.

      Gracias por pasar por mi blog. :-)
      Un saludo

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    2. Sí, te entiendo. Es super difícil y doloroso tener que reír o alegrar a los demás cuando estás desangrando por dentro...
      Un besote, nos seguimos leyendo ;)

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  2. Uff... así nos sentimos todos alguna vez... Hacemos cosas por los demás cuando nos sentimos morir por dentro. Me ha gustado mucho las sensaciones que me ha provocado su lectura, esa gran mezcla de amor, dolor, intentar divertir... que al final ha sido un gran grito del alma. Cuando vuelva a sentir esa mezcla de sentimientos (espero que a un nivel muy liviano) pensaré que es una payasada... a ver si así, con la palabra, llega algo de buen humor, porque la vida es demasiado hermosa para ponerla en bandeja a un simple desengaño, aunque en ese instante sea todo tu cielo.

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    1. Muchas veces nos tomamos las cosas más en serio de lo que deberíamos. Convendría que aprendieramos a relativizar más...

      Gracias por pasarte y por tu comentario.

      Saludos!!

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