El mes de abril
tocaba a su fin, como parecían hacerlo las ideas que rondaban por su cabeza.
Lo que no tenía fin eran los asesinatos, las notas. Era como si para el
dibujante, al final se había salido con la suya y le llamaban así, estuviera
realizando una gymkhana, alguna tipo de aventura macabra que sólo tenía
sentido en su retorcida mente.
Lo peor era la ausencia de pruebas, tanto físicas (ni adn,
ni huellas), como de testigos. Parecía invisible, de no ser por el reguero de
muerte.
—
¡Corbinos! —era la voz del comisario Aliaga— ¡A mi
despacho!.
Pensó que hasta allí había llegado. Que lo iban a relegar de
sus funciones. Que le iban a quitar la investigación para dársela a los listos
de la central. En parte estaba preparado para ese momento. Para lo que no estaba
preparado era para lo que en realidad le venía encima.
Continúa aquí...
Jooooooo ¡Esto no se hace! ¡Nos has dejado en lo más interesante! Corbinos forma parte del caso, sin él al frente el asesino perdería los papeles...
ResponderEliminar¡Ooooootra semana más de intriga!
¡Feliz domingo!
Y nos dejas así??? Eso no lo puedes hacer! Toda una semana pensando en qué le dirá...
ResponderEliminarNada bueno traerá está calma..jajaja..Un abrazo
ResponderEliminarVeo que me perdí una interesante historia por no participar del #150palabras los últimos dos domingos... Pero ya me puse al día y ahora quiero saber como sigue!!
ResponderEliminarVanesa
Una Bruja y sus dos Sapitos
Uyyy!!! ¿Qué será? ¿Qué será?
ResponderEliminarEn el primer párrafo al final pones "alguna tipo de aventura" cuando quieres decir "algún tipo de... "
Y lo de la aclaración del nombre del dibujante yo lo hubiera puesto entre guiones.
Cosillas nada más.
Lo importante está conseguido.