A pleno rendimiento, a pleno
rendimiento... Pues prefería cuando iba de planeta en planeta y tiro porque me
toca. Hace casi medio año que abandoné el Sistema Solar y esto si que parece un
solar. Madre mía... Sí, muchas estrellitas de todos los tamaños y colores, pero
ni un jodido planeta en el que orbitar. ¿Quién me mandaría meterme en esto...?
No todo es deprimente, ahora me
he enterado de que los androides estos tienen relojes y calendarios. Vamos
que... Y yo haciendo el imbécil. Claro que por otro lado saber justo el tiempo
que hace que salí de aquél planeta al que llamaba hogar me produce una
sensación de desasosiego. Sensación que antes calmaba con mi muñeca hinchable,
pero hace mas de un mes que se desinfló para siempre. Ahora es otro tipo de
muñeca el que debo usar para los desahogos.
Mandy... Ay, Mandy. Yo,
cuando pensaba en un androide me venía a la mente algo del tipo C3PO, pero
estos no los podría diferenciar de un humano ni el más avido observador. Y asi
me va a a mí… Cada día que pasa estoy más enamorado. Pero no me atrevo a dar el
paso. Urano me puse de límite... Ya ni recuerdo Urano. Menos mal que las
Polaroid salieron casi todas y puedo seguir admirando la Luna, Marte... Me
siento vacío...
Continúa aquí...
Yo creo que me he perdido un poco. También me debe haber afectado salir del sistema solar. O será que no entiendo muy bien a Alejo? Yo, que me las daba de pillarle el aire... buffffffffffffff
ResponderEliminarBueno, a ver cómo sigue su viaje por las inmensidades estelares.
Besitos para Alejo y uno para ti, Ramón
¿Qué es lo que no entiendes?
EliminarPobre Alejo, me temo que el tiempo alejado de los seres humanos le está afectando no solo al cerebro... también a otras zonas de su cuerpo, diríamos menos grises... je,je,je,je,je,je
ResponderEliminarSí, yo creo que ya estaba malamente de ambas zonas antes de partir, pero el tiempo allí metido lo ha ido perjudicando exponencialmente... jajajaja
EliminarSe ha trastornado pero cualquiera no. Un año y medio brujuleando por ahí y sin saber hasta ahora si era de día, de noche y cuándo pasaban los días... Pero que burro es, jajajajaja... Me encanta.
ResponderEliminarGracias Ramón.
Aquí fue cuando me tuve que ir y ya me perdí su lectura que ahora retomo con gusto.
Saludos.