El viento empujaba con fuerza los cristales de aquellas
ventanas añejas. Él sabía que aguantarían. Confiaba en su suerte, después de todo siempre le había acompañado. ¿A qué se
debía si no que hubiera encontrado aquella cabaña en medio del bosque? A su
buena fortuna, sin duda. Él lo tenía claro.
¿Cómo podía no haberse constipado a pesar de haber pasado
varias horas húmedo, por la lluvia,
y sin abrigo, perdido en aquel bosque? Porque así lo quiso su buena suerte. Era
el cordón al que siempre se podía
agarrar, por alto que fuera el precipicio. Ese era el motivo por el cual no
tenía miedo a nada. Sabía que su amiga siempre estaría allí.
Quizá por eso siguió confiando en ella en aquel momento. Por mucho que la razón le dijera que huyera,
que aquella… cosa... era real, por
mucho que contradijera toda lógica. Quizá por eso su cara era más de sorpresa
que de miedo cuando encontraron su cadáver.
Menudo relato más siniestro... La verdad es que temía casi desde el principio ese final pero... no sé, como tenía suerte, podía haberse salvado.
ResponderEliminarVeo que eso no va contigo jejeje
Me ha gustado mucho ramón. Un besín :)
Va y no va... Según los días, jejeje
EliminarMe alegro que te haya gustado, Gema, aunque el prota no hay tenido toda la suerte que el título prometía ;-P
Un beso y gracias por la visita!!
En verdad es lúgubre el relato, y también esperaba ese final, me ha gustado Ramón, felicidades.
ResponderEliminarSaludos Ramón.
Se me olvidaba, lo voy a compartir gustosa...
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado, Carmen, aunque el final lo vieras venir.
EliminarMuchas gracias por tu visita y por tener la amabilidad de compartirlo.
Saludos!
jolín, ya empiezas, :), no mates a todos tus protas, muy intrigante
ResponderEliminarNo los mato a todos! jejejeje Aunque vere si puedo salvar a alguno :-)
EliminarUn saludo!
Genial! El final un poco triste pero me ha tenido enganchada.
ResponderEliminarFeliz domingo!
Pues me congratula haberte tenido enganchada :-)
EliminarUn saludo y gracias por la visita!
Genial e imprevisible! jajaja me ha encantado. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado y que te haya parecido imprevisible... :-)
EliminarSaludos!
La imprevisible fortuna. Me ha gustado, Ramón y me has sorprendido con este breve micro. Un saludo :)
ResponderEliminarGenial! Un placer haberte sorprendido después de tanto tiempo... jeje
EliminarSaludos!
¿Estará considerando a su amiga "la fortuna" de igual modo ahora que está en el más allá? porque ¿quién sabe, a lo mejor fue una suerte que se muriera no? No, no tengo ninguna gana de ir hasta el más allá a preguntárselo. Ja,ja,ja,ja,ja. Excelente amigo, me ha encantado. Un abrazo y feliz semana.
ResponderEliminarTampoco seré yo el que vay a averiguarlo... jajajaja
EliminarAunque quizá se esté replanteando la amistad... jeje, yo lo haría, sin duda
Saludos!
Me gustó. Aunque a mí no me gusta estar perdida en medio del bosque, agobiada por la humedad, la lluvia, el frío, la soledad,... ni tampoco me apetezca mucho estar muerta, con o sin cara de sorpresa. Pero me gustó.
ResponderEliminarBesitos, Ramón.
Un final de sorpresa no solo para el protagonista sino tambien para el lector, Saludos.
ResponderEliminarJolines, estoy haciendo la lectura de varios posts, y me ha impresionado este 150palabras, me ha gustado un montón!
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