domingo, 11 de mayo de 2014

#150Palabras-extra (Laguna, Nadie, y Nube): Visto Para Sentencia

Si quieres leer la historia desde el principio, empieza aquí.



Tras una noche en los calabozos, subieron a Corbinos de nuevo al despacho del comisario Aliaga.

     ¿Habéis aclarado ya el error? —Peguntó el inspector.
     No parece que haya error alguno, Corbinos.
     Pues yo soy inocente.
     ¿No podría ser que tuvieras alguna laguna mental? ¿Que algo, como una nube, te hubiera tapado partes de tu memoria?
     ¿De qué estás hablando, Aliaga?
     Ya sabes, hay enfermedades que traicionan a nuestra mente. Eso, quizá, podría ayudarte en tu defensa.
Pretendes que me haga pasar por loco cuando lo que soy es inocente… Eso no se lo creería nadie, es una vulgar mentira.
     Me temo que la verdad es mucho peor…
     ¿A qué te refieres?
     Hemos encontrado los dibujos en tu casa.
     ¿Qué? No puede ser, los habrán plantado allí. El asesino los habrá puesto allí.
     Sólo hemos encontrado tus huellas, y ningún vecino recuerda a nadie extraño. Además está lo de las cámaras.

++++++

     ¿Qué cámaras?
     Parece que no fuiste tan listo, y en los últimos moteles o bien había cámaras de seguridad en los mismos o en las cercanías, y te grabaron.

Corbinos ni siquiera contestó a esa afirmación del comisario. Cada vez estaba más hundido en una realidad inminente. Iba a ser encarcelado, y por una buena temporada. Podría usar la defensa que el comisario Aliaga le había sugerido, pero eso sería una mentira más.

Tras unas horas en el calabozo, esperando a ser trasladado a prisión,le volvieron a subir a la comisaria.

     Tienes una llamada, Corbinos. Es tu abogado.
     ¿Qué? ¿Mi abogado? Si aún no he llamado a ninguno.
     Es lo que ha dicho. Está por la línea dos.

Se sentó junto a la que había sido su mesa durante años y descolgó.

     ¿Diga? —Preguntó con toda la precaución y la intriga que la situación había reunido.
     Hola inspector Corbinos, ¿qué tal es su nueva vida? —La voz le resultaba familiar. Demasiado familiar— Sospecho que me ha reconocido.
     ¿Tu? ¡Cabronazo! ¿Cómo me has inculpado?
     ¿Yo? No es lo que dicen las pruebas…
     ¡Rápido! ¡Rastread la llamada! ¡Grabadla! —Sus compañeros lo miraron desconcertados.
     Sabes que no podemos hacer eso, es tu abogado.
     No, no lo es. ¡Es el jodido asesino! —Las miradas seguían siendo de extrañeza. De compasión. Parecían pensar que lo habían perdido en el mar de la locura.
     ¿Qué pasa Corbinos? ¿No le creen? No importa, tampoco iban a conseguir nada. ¿En serio cree que iba a llamar sin tomar todas las precauciones posibles? ¿No ha aprendido nada de mí durante estas semanas? ¿Aún no sabe quién soy? ¿No se lo dijo su madre?
     ¿Qué tiene que ver mi madre en todo esto?
     ¿No le dijo que usted no era hijo único, que tuvo gemelos y se desprendió de uno como el que se desprende de un pañuelo usado? No, no lo hizo. Nunca lo reconoció a nadie. Le eligió a usted, a saber con qué criterio, y a mí dio orden de que me dejaran en un orfanato, sin importarle mi destino, si iba a ser bueno o malo. Si iba a ser rico o pobre… Y a ti te crio, te dio una educación. Y terminaste teniendo todo lo que me pertenecía a mí…
     ¿Un gemelo? ¿Eres mi gemelo?
     Veo que eso es todo lo que te ha importado de mi disertación.
     Me importa más atraparte, pero vayamos por partes.
     Qué tierno… Atraparme… En fin, sí, soy tu gemelo. Gemelo idéntico, para más señas.
     De ahí el ADN…
     Muy bien, Corbinos, muy bien… Bueno es hora de despedirse.
     Te voy a atrapar.
     Oh… No, no lo creo…
     Cometerás algún fallo. Volverás a matar.
     No. Ya he terminado con eso. He conseguido lo que quería.
     ¿Qué? ¿Acabar con mi vida?
     Sí, más o menos, sí. Como tu madre lo hizo conmigo nada más nacer. Adiós hermano. Que te vaya bien en prisión.
     No cuelgues… —Dijo ya al tono del teléfono.


Fin

14 comentarios:

  1. Ramón, me has dejado de piedra. Esa sí que no me la esperaba...
    Sorpresa tremenda, jajajaja Pobre Corbinos. Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro pues, de eso se trata de sorprender, al menos de cuando en cuando... jejeje
      Feliz de que te haya gustado y de recibir siempre tus amables palabras.
      Saludos!

      Eliminar
  2. Nooooooooooo..... Sabía que odiabas a Corbinos, Ramón!! Lo sabía!! Seguro que tú eres el maldito gemelo!!! No puedes haberlo hecho: NO PUEDES!!!!! Uffff... que me dejo llevar!! jajajaja
    Gracias una vez más por compartir tus relatos y ahora, a empezar la siguiente serie, no??
    Besos y ¡Nos leemos! ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jejejeje, más que caerme mal Corbinos lo que pasa es que me apetecía que ganara el malo esta vez... :)
      La siguiente serie... veremos lo que sale, yo suelo ser el primer sorprendido, jeje
      Un beso!

      Eliminar
  3. Me lo he vuelto a leer todo... ¡wao! ¡muy bien! Las historias de asesinos me hielan la sangre, pero he de decir que esta me ha encantado... Bona nit!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, me alegro que está te haya gustado, Julia, (no se si te ha helado la sangre o no). Y gracias por leerlo de nuevo entero.
      Saludos!

      Eliminar
  4. ¡Impresionante final! Totalmente inesperado. Me inclinaba yo por la locura y mita tú...

    ¡Genial relato Ramón!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Verónica, feliz de que te haya gustado y te haya sorpendido el giro final. :)

      Saludos!

      Eliminar
  5. Estoy de acuerdo con el comentario..eres el gemelo maligno sin duda! jajaja Da pena que se acabe la historia pero nos dejas con muy sabor. Feliz semana!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Naaaaaa... si yo soy un bonachón (jijijiji), pero es divertido (como dije) que a veces gane el malo, aunque solo sea por variar... jeje
      Un saludo!

      Eliminar
  6. Una historia original por su estructura y por los corsés! Fabuloso Ramón. Pobre Corbinos! Abrazucu de los míos desde Villa de Rayuela!

    ResponderEliminar
  7. GENIAL. Bien contada, sorprendente y con ese juego cómplice tan difícil de lograr. Felicidades.

    ResponderEliminar
  8. Eiiii, era una de las dos opciones que di en un post anterior, aunque elegí la opción incorrecta, muy bien llevada la trama. Jajaja, a ver qué se te ocurre ahora para sacar a Corbinos de ahí.

    ResponderEliminar
  9. Un final inesperado para un relato extraño por entregas de 150 en 150 palabras. Me ha gustado pero espero por el bien de Corbinos y de tu salud, Ramón, que tenga una segunda parte...

    Saludos.

    ResponderEliminar