Salió del callejón a duras penas.
Desde luego su cuerpo había vivido mejores momentos. Incluso en sus peores
momentos. Miró al Libro.
— ¡Cállate!
—A pesar de eso lo abrió
¿En serio creías…?
— He
dicho que te calles.
Pero… Es que no sé por qué improvisas…
— Tenía
que intentarlo…
En realidad no. Ya te dije yo la manera de solucionarlo. De hecho…
— Sí,
lo sé. Al final he tenido que hacerlo a tu modo… No sé, pensaba que… quizá… una
pequeña variación en algo… —El Libro y él intercambiaron miradas—
¿Estoy infectado yo con esa mierda?
No.
— ¿Por
qué?
Eso lo sabrás en el futuro. Pero bueno, digamos que tú vida… Dispersa...
ha ayudado. Al parecer el malvivir te ha hecho inmune a muchas cosas, ésta
entre ellas. Eso sí, estás hecho un asco. Yo trataría de evitar verme en un espejo…
— Genial.
Voy a buscar esa cerveza después de todo.
Pero…
Cerró el libro con contundencia,
como tratando de hacerle daño. No tuvo que andar más de dos manzanas antes de
encontrar un bar, vacío, por supuesto. Empujó la puerta, estaba abierta. Pasó
detrás de la barra, cogió un vaso y se sirvió una cerveza de barril. Se
sorprendió de que estuviera fresca. La bebió con ansia. Buscó una jarra, la
llenó y salió para sentarse en un taburete y beber hasta perder el
conocimiento. Quién sabe, con suerte cuando despertara todo habría sido un mal sueño.
No hubo suerte. Ni perdió el
conocimiento, ni todo había sido un sueño. Seguía estando en aquel pueblo de
mala muerte. Los cadáveres de los muchachos seguían donde él los había… dejado… Y, como no podía ser de otro
modo, el Libro también seguía allí…
Lo guardó en la mochila con toda
la desgana de la que era capaz, y era capaz de mucha. Puso rumbo a la loma
donde el grupo de jóvenes debía estar esperándole. Debía…
Cuando llegó allí no había nadie.
Dio un par de vueltas por la zona, tratando de dar con ellos. Como si un grupo de
varias docenas de chicos y chicas fuera fácil de perder. Él sin embargo parecía
haberlo conseguido.
Alguien que hubiera podido ver lo
que ocurría dentro de la mochila habría visto al Libro desesperado. Con una
desesperación como la del típico listillo de clase, que tiene la mano levantada
y la agita para que el profesor vea que sabe la respuesta. Tras varias caminatas
en círculo se percató de otro pequeño detalle… Mínimo… Sin importancia… El
pueblo tampoco estaba.Sacó el Libro con furia
— ¿Qué
mierda ha pasado ahora?
Continúa aquí...
+++++++
Marta, y por consiguiente el juego de las 150 palabras, se toman un descanso hasta septiembte. Yo voy a seguir con la historia, os animo a que (si os apetece) dejéis 3 palabras en los comentarios, para seguir con la rutina...
No he podido leer el resto de los cuentos pero este en sí me parece de lo más misterioso e inquietante ¡joder que interesante nos lo dejas para esperar al siguiente! (ahora encima tendré que ir hacia atrás para leer todos los anteriores... en fin, paciencia. Ja,ja,ja,ja). Un abrazo Ramon y feliz domingo.
ResponderEliminarBueno, gracias por pasarte a leerlo y comentar, amigo Frank. Leer los anteriores, sobre todo los primeros, no te llevará demasiado tiempo, porque al principio sí me ceñía a las 150 palabras... Luego ya me desmadré... jejejeje
EliminarFeliz día!!!
Pero bueno!! y ahora donde está el pueblo y los chicos!??? no,no, esto no se puede dejar hasta septiembre.
ResponderEliminarComo palabras, yo te diría... (también tengo que pensar que me valdrían para mi 150 palabras) : dimensión, poder, padres.
A ver si te cuadran... :)
Eso quisiera sabr yo, dónde están todos!!! jejeje
EliminarTranquila, el Libro y José Andrés no se toman vacaciones, la semana que viene andarán por aquí de nuevo :)
Y las palabras... Me gustan bastante, la verdad... Gracias!!!
Saludos!
Pues yo celebro que no te tomes vacaciones. No me gustaría esperar un mes y pico hasta saber dónde están el pueblo y los jóvenes... Aunque habiéndose tomado unas cervezas, todo puede ocurrir. Cuando yo me paso con las cervezas también desaparecen los lugares y las personas!!! jajajaja (era broma. Yo nunca bebería tanto!!).
ResponderEliminarGracias como siempre, Ramón. Un beso.
Yo tampoco habría podido esperar, jejeje Por eso la semana que viene siguen las aventuras y desventuras de José Andrés :)
ResponderEliminarUn beso y gracias mil a tí!!
Ay ay ay.... Quién se va de cervezas cuando tiene un grupo de chicos a su cargo en un pueblo maldito... Ese libro tiene demasiada paciencia con el prota... Me declaro pro-libro del advenimiento, me desespera el prota, jejeje. Te dejo tres palabras: historia, oscuridad, maldición; por sí te viene bien.
ResponderEliminarSaludos!!
Necesitaba un respiro, creo yo, sobre todo después de que le hubiera salido mal su plan y tuviera que "deshacerse" de los chicos infectados a la manera del Libro.
EliminarLas palabras me gustan mucho también, muchas gracias Ángela :)
Un saludo!
Nada más acabar he gritado "qué cojones" como si fuera incapaz de creerme que habías acabado ahí. Tengo ganas de más, jo.
ResponderEliminarVoy a arriesgarme a ver por donde coges mis palabras, a ver qué tal te salen los siguientes capítulos: pulpo, toalla y nube.
Un besín, Ramón, ando esperando con ganas el próximo capítulo de esta aventura.
Modere su lenguaje, señorita!!! jajajaja :-P
EliminarHay que dosificar, aunque he de decirte que cada vez se me hace más complicado buscar el momento justo para dejaros con la miel en los labios... :-)
Anoto tus palabras también (¡faltaría más!), aunque he de reconocer que las tuyas son las más complicadas de colocar.
Un besico!
Ainsss que al libro como a mi nos va a dar un ataque de histeria. Las palabras son decisión, profecía y felicidad
ResponderEliminar¿Qué mala leche, no? El pobre chico no gana para tantos disgustos XD
ResponderEliminarPues te odio, en primer grado. Segundo, qué grande eres, perrucho!!!
ResponderEliminarMuy Bueno... Me gusto....
ResponderEliminarMuy bueno. te felicito y aprovecho para comunicarte que tu blog está nominado por el mio,a tres fantasticos premios. Por favor, entra en mi blog: susurrossobrenaturales.blogspot.com y lee las condiciones. espero tu respuesta. un saludo!
ResponderEliminarBueno, veremos que sucede con el libro y el otro protagonista, esperando la continuación Ramon :)
ResponderEliminarMenuda intriga, madre mía, y ahora qué??
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