Para todos los que estéis interesados en jugar en el mes de abril,
podéis encontrar la frase que obtuvo más votos y, por consiguiente, con
la que participaremos en la próxima entrega, al final del texto,
así
como la fecha y unas cuantas frases para que votéis por la que más os
guste para mayo.
Os recuerdo que podéis dejar propuestas de frases en los
comentarios. También voy a copiar el código de InLinkz al final de mi entrada por
si a alguien le da algún problema.
La frase con la que jugamos en el Te Robo esta vez es la siguiente:
No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño. - De Edgar Allan Poe, El Gato Negro.
No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque
simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando
mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que
esto no es un sueño. Ojalá lo fuera…
Todo empezó hace
ocho meses y veintitrés días. Andaba yo deambulando por la calle, sin rumbo
fijo, maldiciendo mi suerte, nada que no hubiera hecho cientos de veces antes
de aquel jueves…
Al girar una esquina
el destino quiso que me tropezara con una extraña figura. Su rostro estaba
embutido en una capucha, aunque se adivinaban unos ojos verdes engatusadores.
—
Lo siento. —Me disculpé.
—
No tiene importancia. —Una sonrisa se dibujó en
el interior de la capucha. La voz te atrapaba como una tela de araña.
Ambos continuamos nuestros respectivos caminos sin mediar
ninguna palabra más. Con el paso de los metros iba creciendo en mí una extraña
sensación. Un escalofrío recorrió mi espalda, al tiempo que unos sudores
gélidos hacían acto de presencia. Esto era extraño, ya que estábamos en pleno verano y con una de las mayores olas
de calor de los últimos cuarenta años.
Como soy un gallina, a la par que supersticioso, aceleré mi
caminata tanto como mi resuello era capaz, lo cual no era mucho. En cuanto
llegué a casa cerré con llave y pasé la cadena de seguridad. No salí a la calle
en tres días.
Cuando por fin me decidí a que la luz del sol me volviera a
deleitar con su presencia en mi cuerpo, volvió a suceder. En esa misma esquina
volví a tropezar con la misma figura, era lo que los finolis denominarían un déjà
vu, y para los tipos como yo era una coincidencia. Incluso repetimos el mismo
diálogo.
—
Lo siento. —Me disculpé.
—
No tiene importancia. —Una sonrisa se dibujó en
el interior de la capucha. La voz te atrapaba como una tela de araña.
La misma sensación volvió a estremecerme. Y yo, por no
variar la rutina, volvía a acelerar el paso hasta mi casa. Una vez hube cerrado
con tanto ahínco como se encerraría a un asesino psicópata, hallé en mi
bolsillo una especie de tarjeta de visita. En ella sólo aparecía un número de teléfono
y una palabra escrita: llámame. Si tuviera que describir aquel pedacito de
cartulina lo creerían del todo inverosímil, pero yo la recuerdo perfectamente.
Estaba escrito en negro sobre negro. Casi la puedo visualizar aún, en mis
sueños más angustiosos.
Todo en mi me pedía a gritos que la destruyera. Que hiciera
caso omiso. Incluso que huyera de aquella casa, de aquella ciudad. Pero no lo
hice. Sigo sin saber el motivo, pero no lo hice. Al contrario. No sé muy bien
de dónde saqué las fuerzas, pero llamé a aquel maldito número, aquel maldito
día de verano.
La voz que contestó seguía siendo adictiva. Demasiado adictiva.
Era imposible resistirse a ella. Así que sucumbí a sus encantos.
Comenzamos a vernos de forma regular. Al principio una vez
cada semana. Pero la dosis enseguida se me hizo pequeña. Y comencé a
aumentarla. Dos veces por semana. Tres. Seis… Al final no podía vivir sin
escuchar su voz. Sin sentir su presencia. A pesar de cuando no estaba con ella
notaba como si me hubieran extraído parte de mi ser, de mi esencia, de mi alma…
A pesar de que cuando estaba lejos de ella mi cabeza me decía que no volviera a
ella. Que me olvidara. Pero el síndrome de abstinencia era más fuerte que mi
fuerza de voluntad. Ella dominaba cada aspecto de mi vida, y lo sabía. Y eso
parecía hacerla feliz. Curiosamente, a mí también, aunque sospecho que era
parte de la adicción. Quizá estaba pasando por eso que denominan: el síndrome de Estocolmo. Quizá aún este
bajo ese embrujo.
No, no hace falta el quizá,
aún lo estoy. De no ser así no habría comenzado a frecuentar, con ella, esta
secta en la que ahora me veo atrapado. De la que no voy a escapar. Y lo que es
peor, de la que no quiero escapar.
—
Raimundo Robles Figuerola, ¿acepta a esta mujer
como su legítima esposa…?
El matrimonio…
+++++++
La próxima entrega será desde las 0:00 del lunes 20 de abril hasta las 23:59 del viernes 24. La frase propuesta es la
siguiente:
"Logré ver el brillo de mis ojos al maquillarme frente al espejo,
ahora entendía cuando decían que una mujer después de hacer el amor lucía
radiante." de UN NUEVO AMANECER, de Karina Delprato.
+++++++
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1.- "Cuando vieron la expresión, primero confundida, luego aliviada, de mi cara, se echaron a reír. " de MOLOBO, de Vidal FS.
2.- "Fue entonces cuando la culebra, apareciendo de improviso desde quién sabe dónde, le inyectó su veneno en la muñeca dejándole dos claros orificios amoratados.", de Entremundos, de Lg Morgan.
3.- "Muertes y desapariciones inexplicables convertían el sitio en un lugar poco apetecible. Decian las malas lenguas que en días lluviosos aquella tierra oscura no llegaba a mojarse, y que los pájaros no sobrevolaban su cielo, dando un rodeo para evitar pasar cerca." de EXTENUACIÓN, de Irene Comendador.
4.- "Entró tambaleante. No estaba seguro de si realmente había bebido tanto como para hallarse tan mareado. Richard se agarró al pasamanos de la escalera y miró hacia arriba. Definitivamente no llegaría allí de no ser a gatas." de EQUILIBRIO, de Karol Scandiu.
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Una historia muy interesante que resulta de alguna forma "increíble" pero que puede pasar. Conozco un caso de tres meses de noviazgo... Muy buena idea Ramón. Gracias por invitar a participar. Feliz semana.
ResponderEliminarNo sé si es creíble o no (yo también conozco casos..., jeje), pero lo que sí quería era no ser muy "obvio", ya que la frase encaminaba a un tipo de relato y yo quería huir un poco de él... :-)
EliminarSaludos y gracias a vosotros por participar!
Y ¡vaya si lo has conseguido! Hasta el final nos tienes en ascuas. Es interesante leer cómo "habla" el pensamiento... jajaja...
EliminarGracias a ti por crear esta "historia" tan amena y divertida.
Ja ja ja ¡Que relato! Luego de ese gran final tuve que volverlo a leer para apreciarlo desde la nueva perspectiva, bastante bueno.
ResponderEliminar¡Un saludo!
Me alegro que te haya sorprendido, jejeje, esa era (evidentemente) la idea :-D
EliminarSaludos!
Jajajaja!! Yessss, así somos las mujeres, tenemos la sartén por el mango, amigo... Ningún hombre podrá escapar de nuestro lazo Wajajajaaja!
ResponderEliminarMe gustó mucho Ramón! Un beso!
Sí, mucho me temo que es así y punto, jajajaja
EliminarMe congratula que te haya gustado Ángela :-D
Besicos!
Joder, Ramón, que bien lo has descrito, sí señor, eso es justamente es lo que es el matrimonio, una secta a dos bandas. Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja (graciosamente Yo sí pude escapar de ella, te lo recomiendo encarecidamente también). Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja.
ResponderEliminarjajajaja, yo de momento me voy librando... jejeje
EliminarSaludos compañero!
Me ha encantado jajaja la verdad es que nunca había visto que alguien describiera así el amor, pero me ha parecido curioso y cómico a partes iguales. Sin duda es una historia curiosa y atrapante, y al final te hace reír.
ResponderEliminarMe ha encantado, en serio, sin lugar a dudas.
Enhorabuena Ramón! :D
Bueno, era por salirme de (lo que yo creía iba a ser) la tónica general de los relatos, debido a la frase que teníamos. No es que yo crea que el amor tiene que ser así, jejeje
EliminarLo que quería era eso, que al final hiciera reír, así que: ¡prueba superada! ;-(
Besicos!
Así que, según el prota de tu relato, el matrimonio es algo así como el "Síndrome de Estocolmo", ¿eh? Interesante analogía. No me extraña que muchos no puedan escapar aunque quieran. Jajajaja
ResponderEliminarUn abrazo, Ramón.
Sus palabras, no las mías... jajajaja
EliminarSe vio metido en una vorágine de la que no podía escapar el pobre... jeje
Saludos!
La madre que te..... Una secta??!?!?!?! Manda huevos!!! jajajajaja... Bueno, me atrapaste con el texto. Quizá la secta la estés montando tú. Un besuco Ramón. ;)
ResponderEliminarPerdón, olvidé votar la frase. Me gusta la 3 y también la 1. Las otras, algo menos, pero también están bien. Más besucos.
Eliminar¡Yo que sé! El personaje, que está muy mal de lo suyo... jajajaja
EliminarSí, estoy montando una para dominar al mundo... jijijijiji ;-P
Anotado queda tu voto :-)
Besicos!
Una historia muy ingeniosa y desde una perspectiva interesante, el final cierra el círculo y todo cae por su propio peso. Enhorabuena.
ResponderEliminarPor cierto, voto por la frase 4.
Un abrazo!
Ana Saavedra (por alguna razón que desconozco, no pude comentar con mi cuenta)
Me alegra que te haya gustado, Ana. Intentaba que fuera "distinta", y parece que eso lo he conseguido, jeje
EliminarAnoto tu voto, gracias.
Saludos y gracias por la visita!
Buen relato. Me ha sorprendido el final, obviamente mi mente se dirigía hacia otros derroteros.
ResponderEliminarVoto por la frase 3.
Un saludo
Pues me alegro que así haya sido, evidentemente, era lo que pretendía :-)
EliminarGracias por tu voto, anotado queda.
Saludos!
Jajajajajajaja... Muy bueno, Ramón.
ResponderEliminarCierto que todos o casi todos hemos tomado el derrotero que la frase imponía, y tú también, pero con un tema tan, tan, tan original que se sale de lo corriente y además da mucho que pensar.
Ciertamente, no sé si es el síndrome de Estocolmo o todo lo contrario. No creo que sea adicción, sino amor, pero en cuanto al relato ha sido magnífico.
Ya te comento en el LEO y ESCRIBO.
Un abrazo, Ramonet.
Se me olvidaba, voto por la 4. Eso de la cogorza o.... sabe Dios... mola.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ricardo, encantado de que te haya gustado. Y sí, como he dicho en otros comentarios, pretendía salirme un poco de la línea marcada, y que fuera una sorpresa.
EliminarY bueno, supongo que para muchos será amor, pero para este pobre hombre (seguramente inexperto y/o desgraciado en esas lides) le puede causar estas otras sensaciones... ;-)
Muchas gracias, de nuevo, por tus amables comentarios. Y anotado queda tu voto.
Saludos!
(La de tiempo que nadie me llamaba Ramonet... jejeje)
Siempre buscándole la vuelta para que terminemos con unas risas jaaja. Me encantó, Ramón.
ResponderEliminarAdemás me sorprendí que para el próximo mes haya salido una frase de mi libro, qué emoción jijiji.
Y para la próxima, voto por la 1.
Un abrazo grande.
Pues sí, Kary, y en este caso lo veía mal, porque la frase no me inspiraba mucho, la verdad... jejeje
EliminarPero parece que al final "me he salido con la mia" ;-D
Anoto tu voto y te doy otro abrazo de vuelta!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMenos mal que me lo recordó Ricardo (nunca me acuerdo de votar la frase). Voto la 4, esa me encanta. (Creo que puede dar mucho juego).
ResponderEliminarPues constancia de tu voto queda.
EliminarY aprovecho para dar mi voto yo también por la 4, y así también queda aquí. :-)
Muy buenas y muy chulo tu relato. Yo pensando lo que tú querías que pensásemos y tú dando un giro de 180º para darnos una sorpresa y ¡menuda sorpresa! Me ha gustado.
ResponderEliminarNo sé si mi voto servirá o si puedo votar. Pretendía reincorporarme al juego el mes que viene, pero por si acaso dejo dicho la 4 que se adapta a cualquier historia.
Un saludo, Ramón.
Genial, ¡misión cumplida! jeje
EliminarMe alegra que te haya gustado y haberte "engañado". :-)
Y por supuesto que tu voto sirve, ya está anotado y todo, jeje
Saludos!
Hermoso relato!! Saludos!!
ResponderEliminarMuchas gracias Mirta!
EliminarSaludos!
Según iba leyendo pensé, este se ha enamorado de la muerte..... Y acerté!!! Jajajajaja. Me ha gustado mucho y terminé con una sonrisa. Abrazos!!!!
ResponderEliminarAh! Voto por la tres, casi que por llevar la contraria.... Jijiji yo soy así.
Pues mira, te voy a confesar que hubo un momento en que pensé que la figura fuera la muerte (aunque no iba a enamorarse de ella), pero luego cambié de rumbo, jejeje
EliminarMe alegra haberte sacado una sonrisa, es el mejor piropo para mi :-)
Y queda escrutado tu voto.
Saludos!
Pues algo de secta sí que tienen los matrimonios que es fácil entrar pero no tanto salir. Muy bueno el relato.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Sorprende fina!
ResponderEliminarPorque la verdad es que no me lo esperaba para nada, pero para nada, nada... Me he quedado así O.o tras leerte... Ya me estaba imaginando yo algo en plan sobrenatural, una voz adictiva, de un ser del Más Allá... Peeero... ¡No! ¡Leches! ¡Amor y matrimonio!
¡Aiiix!
¡Gracias por sorprenderme al final!
¡Besines! ;)